domingo, 10 de febrero de 2013

Segundas oportunidades


Hay gente que dice que todos merecemos una segunda oportunidad, pero yo no creo que sea así, porque a veces una segunda oportunidad puede hacer mucho daño.

Por ejemplo, un drogadicto que por culpa de las drogas está viviendo en la calle, la gente cuando lo ve suele decir “que lo hubiera pensado antes”. Pero si alguien lo llevara a un centro de desintoxicación y le ayudara a salir de esa situación tan desagradable, seguro que no volvería a caer, y podría ser una persona magnífica que valora la vida. Creo que la gente puede aprender de sus errores y cambiar, pero muchas veces no pueden hacerlo solos y necesitan que alguien les eche una mano.

Pero hay veces que no creo que la gente merezca una segunda oportunidad. Todo el que maltrate a alguien no merece una segunda oportunidad.

Por ejemplo un asesino, alguien que ha matado a otra persona no merece otra oportunidad, igual que él no le ha dado la oportunidad de seguir viviendo a su víctima. Es verdad que esta gente está enferma y puede ir a un psiquiátrico y curarse, pero ¿Y si no es así? Quizás creemos que está curado y mata a otra persona, mientras que si el drogadicto recae, al único que se hará daño es a él.

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